Esta encantadora casa de campo está situada en una de las regiones más propensas a temblores en el mundo. Su diseño fusiona la elegancia de la arquitectura contemporánea con el encanto de las casas antiguas de los pintorescos pueblos de Santander. La arquitectura resalta la riqueza de las texturas características de la región, especialmente el uso magistral de la piedra. Además, se ha integrado de manera ingeniosa sistemas pasivos de confort térmico, teniendo en cuenta las fluctuaciones de temperatura entre el día y la noche, lo que garantiza un ambiente acogedor y confortable en todo momento.
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